HERRERA DEL DUQUE/BADAJOZ 2010
Concurso internacional abierto.
Superficie: 3590,1 m²
Cliente: Consejería de Cultura y Turismo Junta de Extremadura / Arquitectura: Nred Arquitectos (Magüi González + José Antonio Sosa) / Colaboradores: Alejandra Vera, Ramón Cruz, Juan Carratalá, Ana Berceanu, Jezabel Mejías.
La hospedería tiene la escala y la rotundidad de un convento de geometría clara. Es de estructura rectangular pura, troquelada por los patios, que como claustros contemporáneos organizan los espacios comunes.
Un gran pórtico enmarca la vista del Castillo y señala la presencia de la Hospedería en la trama de Herrera del Duque. Junto con las letras que anuncian la hospedería y el tratamiento vegetal de la medianera construye la entrada principal: una fachada virtual que ordena el diálogo entre el Castillo y la antigua Iglesia del Convento Franciscano de la Concepción (o de San Jerónimo).
El acceso de clientes se produce desde el interior del casco urbano; tanto el peatonal como el rodado. El de servicios y personal, para evitar confusiones, se produce desde el lado sur de la parcela.
El edificio es un pódium que se adapta a los desniveles existentes y resuelve, interiormente, la conexión entre el jardín y la ciudad.
Al sur de ese pódium se sitúan las habitaciones, que se abren a la vista al castillo, enmarcado a través de una celosía profunda y habitable.
La piscina es una gran alberca integrada entre olivares.
Es importante en este proyecto alcanzar la correcta relación entre el volumen de la antigua Iglesia y la nueva propuesta.
La hospedería se resuelve mediante una planta rotunda, con escala de convento contemporáneo, que recupera aquella relación necesaria con la iglesia y que a la vez es capaz de intermediar, por su dimensión, con el paisaje montañoso y el castillo.
Mirando al Castillo, cierra Herrera una muralla perforada y profunda dándole fachada y vista en celosía a las habitaciones y protegiéndolas del sol del sur.
La visión lejana desde el Castillo muestra la hospedería como un gran pódium de ladrillo troquelado por la luz, que resalta la presencia de la iglesia. Mediando entre el olivar y la ciudad se planta con la rotundidad de un convento contemporáneo. Por encima emerge resaltada el skyline de la ciudad y de la iglesia.
En la visión nocturna se señala la condición de borde que en su día tuvo el convento y hoy tiene la Hospedería en la Villa de Herrera del Duque.
